A principios de este año, los equipos de guardianes del parque están reforzando sus herramientas de vigilancia y colocando barreras flotantes en las entradas de la reserva, la más codiciada de las cuales se encuentra sin duda en el sector de Romayna.
El Romayna es un criadero de paiche de arahuana, un pez endémico cuyo tamaño y precio atrae a muchos pescadores a esta zona aislada especialmente bien conservada. Los peces crecen felizmente el paiche alcanza a veces más de 1m50. En esta zona, todavía hay árboles, a menudo centenarios, de especies que desgraciadamente ya no existen fuera de la reserva. El shihuahuaco y la caoba son las primeras víctimas de esta tala intensiva e incontrolada.
Este año la presión sobre la zona es más fuerte que nunca, la situación económica del país está debilitada por la actual crisis sanitaria y muchos habitantes de la región buscan medios de subsistencia. Hasta la fecha, ya se han llevado a cabo varias expediciones de los guardas del parque para desalojar a los infractores, todas ellas con éxito.